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Dick Richard Sellán Bajaña
Periodismo al pie del café
Voces y Miradas de los Comunes
Periodismo digital, otras narrativas, vocerías, miradas periodísticas y fuentes alternativas a la desinformación mediática
Boletín Digital No.# 321
Mayo / 29 /2023
Lunes -Miércoles -Viernes
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«Muerte cruzada» y los laberintos de la democracia ecuatoriana
Mayo / 29 / 202l
Un olvido cómplice
Si la oposición parlamentaria y el movimiento social hubiesen vinculado las denuncias contra el régimen con su derrota política en la consulta popular y con la capacidad de movilización social, habrían logrado la presión social necesaria para destituirlo.
El juicio político habría sido el desenlace necesario de una movilización social y de la indignación ante la corrupción y el narco-gobierno.
Porque en definitiva se trataba de frenar una guerra en contra de la población. La guerra de las mafias por el control del territorio en un contexto de Estado fallido y que producía víctimas todos los días. Pero, asombrosamente, nunca lo hicieron. Ni la oposición parlamentaria ni las organizaciones indígenas se movilizaron ni alertaron a la sociedad para movilizarla. ¿Por qué no lo hicieron?
Quizá porque consideraron que, esta vez, no era necesario.
Corrupción, poder e impunidad
Las denuncias contra el gobierno de Lasso y que sirvieron de sustento para su llamado al juicio político, no se centraron en absoluto en esa relación entre mafias del narcotráfico y el gobierno, sino que se concentraron en cuestiones de tipo administrativo para probar la corrupción del régimen en el manejo de los recursos públicos.
De esta forma, el proceso de juicio político, de entrada, había excluido del debate el centro real del problema: el narco-Estado y el narco-gobierno.
El juicio político se centró en la forma corrupta por la cual Guillermo Lasso manejó los activos más importantes del país. En efecto, apenas llegó al poder, encargó a sus principales operadores políticos, entre ellos Hernán Luque Lecaro, antiguo vicepresidente de oficinas del Banco de Guayaquil y hombre de absoluta confianza del Presidente Lasso, para que manejen de forma directa a su antojo y por fuera de todo control legal e institucional, contratos y activos de las principales empresas públicas del país, entre ellas empresas de petróleo, transporte de petróleo, energía eléctrica, telecomunicaciones, entre otras y que, en conjunto, manejan activos por cerca del 17% del PIB del país. Para hacerlo, el Presidente Lasso emitió el decreto ejecutivo No. 107 del 21 de julio de 2021, para poner al mando de esta entidad a Luque Lecaro.
Este manejo directo del grupo de confianza del Presidente Lasso sobre los activos más importantes del país, derivó en una trama de corrupción que implicaba la triangulación de contratos públicos, cohecho, extorsión y coimas de millones de dólares, conforme la información de la Comisión de la Asamblea Nacional encargada de fundamentar el juicio político al Presidente Lasso.
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Las bases militares del imperialismo estadounidense
Mayo / 29 / 202l
Para quienes consideran que los términos de imperialismo y colonialismo están pasados de moda, demodé, y prefieren utilizar eufemismos como globalización neoliberal o nuevo orden mundial, y refieren despectivamente a una ideologización de la ciencia social basada en un marxismo superado por las realidades del siglo XXI, la organización World Beyond War ha puesto generosamente a disposición de periodistas, activistas, investigadores y lectores individuales una nueva herramienta en línea que permite observar la ubicación en el globo terráqueo de las 867 bases de Estados Unidos, fuera de su territorio.
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La militarización de las Big Tech: el auge de la industria de defensa digital de Silicon Valley
Mayo / 29 / 202l
En Estados Unidos, las grandes tecnológicas y las fuerzas armadas están cada vez más fusionadas, unidas por la financiación, los proyectos conjuntos, la investigación y las infraestructuras.
Deshacer el nudo será clave para evitar guerras interminables en el extranjero y una policía militarizada en casa.
En septiembre de 2011, la CIA y el ejército estadounidense lanzaron conjuntamente un ataque con drones autorizado por el presidente Barack Obama. El ataque se saldó con el asesinato en Yemen de Anwar al Awlaki, un ferviente clérigo musulmán nacido en Estados Unidos.
Los organizadores del ataque se basaron en los datos de geolocalización de Awlaki, controlados por la Agencia de Seguridad Nacional en el marco de un programa de vigilancia. Dos semanas después, un ataque de aviones no tripulados de la CIA mató a otro ciudadano estadounidense utilizando el mismo tipo de datos: el hijo de 16 años de al Awlaki, Abdulrahman al Awlaki.
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Colombia
Dicen que la tal lucha de clases no existe
Mayo / 29 / 202l
En entrevista reciente, Felipe López Caballero, exdirector de Semana y vocero del establecimiento tradicional, criticó al presidente Gustavo Petro por “meterle lucha de clases a un debate que debería ser político y técnico.”
En Colombia, las élites se han cuidado mucho de permitir que el análisis desde la perspectiva de la lucha de clases penetre el debate público. No es raro escuchar a los dirigentes gremiales decir que la tal lucha de clases no existe.
Sostienen que las discusiones se deben centrar en lo que más conviene a todos. Por ello hablan de soluciones pragmáticas y técnicamente aconsejables que según su relato representen el bien común, pero que confunden con el interés propio.
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MÉXICO
Una “revolución” más desde arriba
Mayo / 29 / 202l
Así pues, a una estrategia que se presenta como el punto de quiebre en el modelo de desarrollo de la región latinoamericana, se le conduce por la gastada vía de los arreglos institucionales, de la colaboración entre “sectores”, por no decir “clases”.
Es una vía que continúa propugnando por no ir más allá de lo que pueda enturbiar el “clima de inversiones”. Que nos llama a evitar a toda costa hacer política que destruya la economía. Que enfatiza que no puede haber avances en la disminución en la pobreza si no se crea riqueza.
En una reciente entrevista realizada por Carmen Aristegui a José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el secretario expuso a grandes rasgos el programa económico que la CEPAL propone para la región Latinoamericana en respuesta a sus problemas crónicos de crecimiento, y, por ende, de informalidad, pobreza, y desigualdad.
El programa, como bien dice el secretario, es bastante ambicioso en sus objetivos, puesto que conjuga medidas para atacar dos problemas en extremo importantes e impostergables, el cuidado del medio ambiente y la desigualdad y la pobreza. Las propuestas de la CEPAL bien merecen una revisión más detenida, puesto que esta institución, desde su origen en 1948, se ha dedicado a estudiar y atender los problemas económicos de la región, acumulando prestigio, rigor, experiencia y conocimientos invaluables.
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