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Dick Richard Sellán Bajaña
Periodismo al pie del café
Voces y Miradas de los Comunes
Periodismo digital, otras narrativas, vocerías, miradas periodísticas y fuentes alternativas a la desinformación mediática
Boletín Digital No.# 373
Octubre / 27 /2023
Lunes -Miércoles -Viernes
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Ecuador
Aspirocracia
Octubre/ 27 / 2023
Las elecciones presidenciales en Ecuador han dejado una respuesta y varias interrogantes.
El neoliberalismo libertario sigue, pero ¿cómo? ¿por qué? Son algunas de las preguntas que emergen y las determinantes “respuestas” no tardan en llegar y apuntan a los muy culpables, aquellos y aquellas con una agenda muy bien definida: las desigualdades como política pública, mantener a las y los ricos más ricos y las personas en situación de pobreza en peores condiciones. Y los menos “culpables” este último grupo poblacional que, quizá en lugar de señalar, es necesario investigar. Por supuesto, esto plantea incógnitas e hipótesis a postular.
¿Fueron las aspiraciones de los y las jóvenes? ¿Las personas en condición de pobreza aspiran a ser como las personas que los mantienen en esta situación? La más importante quizá ¿Cómo esta aspiración se corporizó en decisión? La aspiración de ser rico.
Estas cuestiones plantean un monumental esfuerzo de investigación, en especial de la última. Por otra parte, de las dos primeras existe un primer acercamiento que resulta interesante para iniciar.
En efecto, si bien no son datos para Ecuador, es probable que retraten una situación que atraviesa a las personas (desde luego no como innato, sí como una construcción de los agentes de la desigualdad, motivo de otro análisis) sobre la aspiración a ser rico.
La organización LendingTree realizó una encuesta virtual a 2,000 personas en Estados Unidos en un rango de edad de 18 a 77 años en 2023.[1] Los resultados sobre si los estadounidenses creen que serán ricos en su vida indica que un 41% lo cree. Al desagregar dicha respuesta por nivel de ingresos entre las personas que no se consideran ricas (1.611), hay una ligera tendencia ascendente según el nivel de ingresos.
Mientras más ingreso se tiene más creencia de que algún momento se alcanzará a ser rico.
Lo interesante es que la clase media alta,[2] según la encuesta personas con ingresos anuales entre $75.000 y $99.999 tiene un nivel más elevado de creencia con un 51%.
Por encima de la clase alta con ingresos por encima de los $100.000.[3] Lo que parece aportar a la siempre presente hipótesis de una clase media aspiracionista que está dispuesta a todo para ser rica. Sin embargo, sería un poco laxo confirmar aquello a la luz de los datos antes presentados.
Por otra parte, existen otras clasificaciones para observar la diferencia entre creencias por distintas características como el género y el estatus parental. No obstante, es en la clasificación de generaciones etarias que la tendencia está claramente marcada. Menos edad más aspiración de ser rico en algún momento de la vida.
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Cuando el Sur se afirma
Octubre/ 27 / 2023
Quién regirá los asuntos del mundo en el siglo XXI? ¿Occidente y, particularmente, Estados Unidos, que ocupa una posición dominante desde el final de la Segunda Guerra Mundial?
O los países del sur, con China e India a la cabeza, que exigen una reorganización del sistema internacional. La ampliación de los BRICS es una etapa central en el reequilibrio planetario, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
Los últimos meses fueron testigos de una efervescencia diplomática poco habitual. Más notable aun en la medida en que los países anfitriones de esas grandes maniobras, Sudáfrica e India, no pertenecen al mundo occidental.
En efecto, apenas concluía la cumbre de los BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el 24 de agosto en Johannesburgo, estos países se encontraron en la otra cumbre, algo más occidentalizada, del Grupo de los Veinte (G20) (1), el 10 de septiembre en Nueva Delhi. Azar del calendario, esta cercanía temporal hizo aun más evidente la diferencia entre ambas instancias, como una imagen en miniatura del mundo tal como se mueve.
La primera cumbre estaba moribunda antes de su apertura o, en todo caso, estaba paralizada por los disensos entre India y China. Mostró su vitalidad al recibir a seis nuevos miembros. Algunos comentaristas hablan de “giro histórico”, mientras que otros sólo ven un simple “golpe de comunicación”.
El encuentro no merece ni ese desborde de entusiasmo ni ese exceso de miopía. Una cosa está clara: los BRICS atraen a más de veinte países nuevos, a la espera de ser cooptados.
La Cumbre del G20 debía marcar el retorno de Occidente, cada vez más discutido en los países del Sur (2). Se cerró con un fracaso, ya que los países ricos no llegaron a imponer su visión, e incluso retrocedieron en relación con la Cumbre de Bali, que el año previo había denunciado “la invasión de Rusia”.
El comunicado final no hace referencia sino a la “guerra en Ucrania”: “Una formulación que los partidarios de Kiev, como Estados Unidos y sus aliados, habían rechazado anteriormente porque implica que Rusia y Ucrania tienen el mismo nivel de responsabilidad –observa Financial Times (3)–. […] Un golpe duro para los países occidentales que se pasaron el último año intentando convencer a los países en vías de desarrollo de que condenaran a Moscú y apoyaran a Ucrania”. El Sur condena la guerra, pero no adhiere al relato occidental.
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La atroz matanza de civiles perpetrada por Hamás versus el borrado de la Palestina Histórica
La atroz matanza de civiles inocentes perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre —que merece una rotunda condena sin paliativos— fue una consecuencia directa de la política de la extrema derecha israelí que en los últimos años ha venido dando pasos de gigante para borrar del mapa a la Palestina Histórica (con los asentamientos ilegales, la violación sistemática de importantes resoluciones de la ONU, el menosprecio de los Derechos Humanos (…) Mediante Los Acuerdos de Abraham, 2020 (Ibrajím para los árabes) Tel Aviv estableció relaciones diplomáticas con los Emiratos Árabes Unidos (EUA) y se disponía a hacer lo mismo con Arabia Saudí.
De esa forma el Gobierno de Benjamín Netanyahu, que ya había establecido vínculos diplomáticos con Egipto y Jordania, estrechó el cerco, aún más, sobre la menguante Palestina, que poco a poco se disolvía en la nada ante la indiferencia y pasividad de la comunidad internacional.
Tras los asesinatos de personas corrientes, incluyendo bebés de ambos sexos, y la tortura y violación de mujeres que bailaban en una fiesta al aire libre aquel «sábado negro», estalló, con una violencia desgarradora, una guerra de imprevisibles consecuencias que ha puesto en jaque a medio mundo y, sobre todo, a las dos grandes potencias «que llevan una subterránea lucha a muerte» desde hace más de medio siglo:
La Rusia de Putin y los EEUU «garantes de la seguridad Occidental» y guardianes de gran parte de los pozos de petróleo que mueven la economía de la aldea global.
El ataque de Hamas (se pronuncia Jamás) preparado meticulosamente desde hace dos años, con el suministro de armas por parte de Irán y con la ayuda de los servicios de inteligencia rusos, puso de relieve, de nuevo, que al final se trata de una confrontación entre Moscú y Washington y sus respectivos aliados. Ahora los dados están en el aire y todo, todo lo que ustedes puedan imaginar, es posible, incluyendo, como ya nos advirtió seriamente Günter Grass, la Tercera Guerra Mundial.
Günter Grass, autor de «El tambor de hojalata» (uno de los libros de cabecera de Polifemo) y Premio Nobel de Literatura, escribió un poema «Lo que hay que decir» (Was gesagt werden muss, en alemán) que provocó una auténtica tempestad en Alemania, que prácticamente le condenó al ostracismo, y en Israel, que exigió un castigo ejemplar para «el ex nazi adolescente», a quien declaró «persona non grata».
Veamos los versos de «El hombre que lloraba pelando la cebolla» escritos cuando frisaba con los 84 años:
LO QUE HAY QUE DECIR
¿Por qué he callado hasta ahora?
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Propaganda y desinformación en la guerra entre Israel y Hamás
La desinformación se construye a partir de las verdades alternativas. La propaganda es el eje de estos hechos alternativos. No solo es una amenaza para los medios de comunicación sino para los ciudadanos y su toma de decisiones en procesos vinculados a la salud democrática. A nivel diplomático, los gobiernos se convierten en el principal objetivo de la guerra de información en línea entre Israel y Hamas
Una reportera de i24 News aseguraba que soldados israelíes habían encontrado 40 bebés decapitados en el kibutz Kfar Aza, un asentamiento judío a tres kilómetros de la Franja de Gaza. Usuarios de redes sociales y medios de comunicación se han hecho eco de la masacre llevada a cabo por Hamás en este kibutz.
Otros tantos políticos se acusan entre ellos de «defender a los que han decapitado a estos 40 bebés». Lo cierto, no obstante, es que periodistas del medio israelí puntualizan que ellos mismos no vieron la escena de los bebés decapitados y atribuyen la afirmación a soldados israelíes.
En concreto, a un oficial de la unidad (ver quién es David Ben Zion) que recuperó el kibbutz que tiene una historia particular.
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LA GUERRA ENTRE ISRAEL Y PALESTINA TAMBIÉN SE LIBRA EN EL TERRENO DE LA PROPAGANDA
La actual fase del largo conflicto armado por la tierra entre Israel y Palestina, en la que ha incursionado Hamás como actor relevante, evidencia las diferencias entre ambas partes. Las disparidades son militares y económicas. También los apoyos diplomáticos y los argumentos históricos para construir un relato persuasivo. Esas asimetrías son tenidas más o menos en cuenta al afrontar un aspecto clave en todo conflicto: el propagandístico.
Ataque por sorpresa
El 7 de octubre pasado las Brigadas de Ezzedin Al Qassam realizaron un sorpresivo ataque desde la Franja de Gaza hacia zonas próximas aún ocupadas por Israel y al propio territorio de dicho Estado. El brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que debe su nombre a un resistente a la ocupación francesa de la Siria histórica a la que pertenece Palestina, diseñó una operación de propaganda armada propia de la guerra híbrida. En ella se eligen objetivos que permitan obtener el máximo rendimiento propagandístico.
Al igual que hizo el partido-milicia libanés Hezbollah en 2006, cuando se enfrentó con éxito a Israel, los objetivos fueron esencialmente acantonamientos militares y asentamientos de israelíes de nuevo cuño próximos a Gaza o en la zona de seguridad que Israel mantuvo ocupada después de su retirada de la Franja en 2005.
La milicia de Hamás buscaba ocasionar el mayor número de bajas posibles a su enemigo y capturar militares y civiles.
Esos objetivos fueron cumplidos y exagerados propagandísticamente, infligiendo un duro golpe a dos pilares del proyecto israelí en la región.
Presiones y negociaciones
Desde su creación, en 1948, el nuevo Estado busca atraer a judíos de distintos países del mundo a los que, por su condición religiosa, concede la nacionalidad.
La llegada de nuevos habitantes está supeditada a la garantía de seguridad. La quiebra de esta última compromete la atracción de nuevos israelíes. Uno de los mayores éxitos de la operación de propaganda armada de Hamás son las imágenes de aviones de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Alemania, España o Estados Unidos evacuando a sus nacionales de Israel, algunos también con nacionalidad israelí.
El otro éxito está en las 222 personas capturadas por Hamás y llevadas a Gaza.
La presencia en la Franja de esas personas ha retrasado la intervención militar terrestre israelí, debido a las presiones hacia el gobierno de Tel Aviv por parte de los países con nacionales entre los cautivos. También ha permitido negociar cuestiones como la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
Propaganda israelí de consumo interno
Consumado el ataque de Hamás del 7 de octubre, y que dada la asimetría en recursos militares no tiene mucho más recorrido, se produjo una respuesta israelí que por lo mismo también busca réditos propagandísticos. Se trata de contrarrestar dentro del propio Israel el mensaje inicial de Hamás. Para ello despliega ahora buena parte de sus abrumadoras capacidades militares –tiene armamento nuclear–, que quedaron en entredicho el 7 de octubre.
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