La medida de fuerza obedece a las dilaciones del gobierno nacional en la convocatoria a la Mesa de Negociación Salarial del sector, cuya paritaria se encuentra vencida desde fines de febrero y con una pérdida en los haberes superior al 20% con relación a la inflación.
La docencia universitaria y preuniversitaria exige una recomposición salarial que supere las previsiones inflacionarias del presente año, y hasta el momento no ha tenido respuesta ni convocatoria a reunión. Demanda, además, el reconocimiento de gastos en la enseñanza virtual y cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo en lo referido a las condiciones y medio ambiente de trabajo en el marco de la pandemia.
Las y los docentes denuncian que durante todo el año pasado sostuvieron la enseñanza y el vínculo con casi dos millones de estudiantes sin apoyo estatal ni de las universidades, que se mantuvieron cerradas a causa de las medidas de ASPO dispuestas en el marco de la emergencia sanitaria. Aún hoy continúan las actividades académicas, pero esto no es reconocido nacionalmente. "Trabajamos desde nuestros hogares, mayor cantidad de horas muchas veces, corriendo con los gastos de internet y de los medios tecnológicos, con lo cual se trasladan los costos de la enseñanza a cada docente", manifestaron.