¡Hola!
Gracias por abrir Terráquea. No doy por sentado que estés acá. Empiezo cada edición con la sensación de estar escribiéndote una carta que nace con suavidad, buscando amplificar lo que me interpeló durante el mes: una lectura, un lugar o una conversación que abrió alguna pregunta, desde un lugar más activista que periodístico.
Escribir así implica vulnerabilidad. No sé qué esperás de este espacio, por eso te invito a contarme si tenés ganas de responder este correo. Para mí, es una invitación a buscar formas amables de habitar el mundo y dialogar con la convicción de que el activismo ambiental empieza en lo cotidiano. En cómo nos hablamos. En cómo escuchamos. En la forma en que caminamos el mundo. Hace unos días leí un texto de Carolina Chavate, donde hablaba del concepto de omnibenevolencia desde la ecología profunda: una forma de relación que reconoce que todo gesto de cuidado es también vulnerabilidad compartida
. Caro hablaba de la reciprocidad y de entender que el intercambio, el amor, los conflictos, las reparaciones y los límites forman parte del mismo tejido. Que cuidar es participar de un flujo donde lo vivo sostiene a lo vivo. La ecología profunda propuesta por Arne Naess, filósofo y activista de origen noruego, propone la valoración de otros seres como algo más que simples recursos, habla de la interdependencia, de saber que lo que le pasa a la Tierra nos pasa a nosotros. Casi en paralelo me crucé con una ponencia del neurocientífico Jonathan Benito sobre la amabilidad evolutiva. Benito explica que, biológicamente,
la amabilidad es una estrategia de supervivencia. Que el cuerpo humano, desde la neurobiología, está diseñado para prosperar en entornos donde hay cooperación, gestos pequeños, trato cálido. Menciona algunos ejemplos concretos: - la voz suave
, los movimientos lentos y la escucha activa reducen la activación del sistema de alerta;
- el contacto visual amable y las microexpresiones de cuidado aumentan la oxitocina y la serotonina, hormonas vinculadas al bienestar y la confianza;
- la amabilidad, incluso en interacciones breves, modula el sistema nervioso vagal
, favoreciendo la regulación emocional y la resiliencia.
Benito dice que la evolución no premió a los más fuertes, sino a los que supieron cooperar (podés escucharlo acá). | Con todo eso en mente, en esta edición recorro tres temas: lo que aprendí en el fin del mundo, por qué la agroecología
demuestra que otra forma de producir es posible y qué medidas impactaron a los territorios de la Amazonía durante la COP30 en Brasil. | BITÁCORA DEL FIN DEL MUNDO | — Parque Nacional Tierra del Fuego |
En octubre viajé por primera vez a Ushuaia, el extremo sur del continente donde la fuerza del viento nos conecta con la presencia. Hace años me enamoré de la Patagonia austral, de sus cielos inmensos, sus vientos fríos y calma glacial. Y en este viaje apareció una idea recurrente: la montaña nos invita a ir lento y a observar.
No podemos conciliar con el frío, la lluvia o las pendientes. Es una oportunidad para escuchar los ritmos de nuestro cuerpo y para aprender de las historias que guardan los territorios. Conocerlas permite entender el impacto humano, aquello que herimos y lo que aún podemos sanar. | 5 COSAS QUE APRENDÍ EN TIERRA DEL FUEGO | Retroceso del Glaciar Matial en Ushuaia - Crédito: Meteored | 1. Los castores alteraron profundamente los bosques fueguinos
Introducidos en 1946 para impulsar la industria peletera, la especie invasora se expandió sin depredadores naturales y hoy genera uno de los mayores impactos ecológicos de la provincia. Su construcción de diques inunda bosques nativos, provoca mortalidad de árboles y altera los cursos de agua, afectando de manera severa los ecosistemas fueguinos.
Fuente: Ministerio de Ambiente de la Nación – Proyecto Castor 2. El retroceso del Glaciar Martial es acelerado y visible
Los glaciares en esta región atraviesan un retroceso crítico: según especialistas, podrían desaparecer por completo en los próximos 40 a 60 años. Los “glaciares de circo”, típicos de la región, ya perdieron un tercio de su masa en las últimas dos décadas debido al aumento de temperaturas asociado al cambio climático. El caso del Martial es especialmente alarmante: se fragmentó en tres partes, reflejando el avance acelerado del deshielo y la vulnerabilidad de los ecosistemas. Fuente: La Nación 3. Sus turberas constituyen uno de los ecosistemas más valiosos del país
Las turberas son un tipo de ecosistema de humedal donde la materia orgánica parcialmente descompuesta, principalmente vegetal, se acumula durante miles de años para formar turba. Aquí se encuentra el 95 % de las turberas del país, que funcionan como sumideros de carbono. Su acumulación permite almacenar carbono durante miles de años y su fragilidad radica en que cualquier alteración (drenajes, incendios o extracción) puede liberar rápidamente ese carbono acumulado, transformando un sumidero en una fuente de emisiones y afectando su rol en la regulación del clima.
Fuente: CONICET 4. Tierra del Fuego fue escenario de un genocidio indígena
La historia de los pueblos selk'nam, yagán, kawésqar y haush, fue marcada por una violencia sistemática: desde el siglo XIX muchos de sus integrantes fueron secuestrados, exhibidos como supuestas “curiosidades” en zoológicos y museos europeos, expulsados de su territorio, forzados a abandonar sus costumbres y afectados por enfermedades. Esa política de despojo y exterminio, acompañada de ataques de colonos y misiones religiosas, configuró un genocidio cultural y físico cuyo impacto reclama memoria.
Fuente: El País - América Futura 5. Tierra del Fuego es pionera en prohibir las salmoneras
Mediante la Ley Provincial 1355/21, la provincia prohibió en 2021 toda actividad de cultivo y producción de salmones en aguas marítimas o lacustres de su jurisdicción, protegiendo así bosques marinos, fondos oceánicos y biodiversidad costera. Fuente: Gobierno de Tierra del Fuego | Parque Nacional Tierra del Fuego | Amar un lugar también es ver sus heridas.
Conocer estos y tantos otros datos sobre la degradación ambiental y el valor de conservar lo que queda nos acerca a construir soluciones que nacen de la educación ambiental, la participación comunitaria y el reconocimiento del privilegio de habitar un planeta que todavía está lleno de vida. Y, sobre todo, nos recuerda que lo que hacemos importa. |
Organizaciones que están protegiendo la Patagonia:
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Activistas en Tierra del Fuego - Crédito: The Global Salmon Farming Resistance |
The Global Salmon Farming Resistance
Nacida de la defensa territorial en Tierra del Fuego, impulsa una red internacional que trabaja para mantener libres de salmoneras los ecosistemas del sur, apoyar a comunidades costeras y fortalecer campañas de conservación marina. A través de alianzas, conocimiento compartido y acción colectiva, promueve alternativas que resguarden la biodiversidad del Beagle y otros mares amenazados.
Por el Mar Es una organización argentina de conservación marina fundada en 2022 que trabaja por proteger y restaurar el océano a través de ciencia, participación comunitaria y activismo. Lleva adelante campañas para cuidar bosques marinos, monitorear fauna marina, promover modelos de acuicultura regenerativa e involucrar a comunidades costeras. Patagonia Azul
Articula la protección, restauración y gestión sostenible en el litoral del Mar Argentino, ya declarado Reserva de Biósfera por la UNESCO, combinando conservación ecológica, turismo de naturaleza y desarrollo local.
Su proyecto busca resguardar hábitats costeros y marinos como islas, bahías, arrecifes, fondos oceánicos y bosques de macroalgas; garantizar refugio y reproducción de la fauna, estimular una economía regional basada en el cuidado ambiental y ofrecer experiencias sustentables que permitan a visitantes y comunidades reconectarse con la naturaleza. | NOVIEMBRE: EL MES DE LA AGROECOLOGÍA EN ARGENTINA |
La Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología (RENAMA) celebró este mes el trabajo de productores, técnicos, cooperativas y municipios que están transformando la matriz alimentaria del país, invitando a las comunidades a proyectar documentales y proponer actividades para difundir información relevante sobre el modelo agroecológico. Algunos datos clave: -
El uso de la agroecología apunta a reconcebir la producción agrícola a nivel ecológico y humano, transformando las localidades rurales para que co-evolucionen con su entorno, sean más fuertes, vibrantes y resilientes. (RENAMA)
- En Argentina hay unos 4.800 establecimientos agropecuarios que se identifican como orgánicos o agroecológicos, que abarcan una superficie de más de 4 millones de hectáreas. (Agencia Tierra Viva)
- Existen experiencias a nivel regional que demuestran que la agroecología está en expansión y con producción diversificada (harinas, conservas, vinos, cereales, etc.). (Tierra Viva)
🌿Leé mi charla con Elías Sáez y Rodrigo Castro Volpe sobre el documental El camino es la agroecología en esta nota. 🌿Conocé la agenda completa de actividades acá. |
COP30: EL MUNDO DISCUTIÓ SOBRE EL CLIMA EN BRASIL Y SE RECONOCIERON 10 NUEVOS TERRITORIOS INDÍGENAS | (Amazonas, Brasil) Retrato de hombre indígena amazónico - Crédito: Sarah Begum vía Pexels | En noviembre se realizó la COP30 en Belém, Brasil, una cumbre simbólica por volver a Sudamérica y celebrarse en la Amazonía. En medio de protestas y reclamos territoriales, el gobierno brasileño anunció la creación de 10 nuevos territorios indígenas, reforzando la protección cultural y ambiental de estas áreas. El decreto, que se formalizará en los próximos días, continúa la línea iniciada por Lula da Silva, quien el año pasado había reconocido otros 11 territorios.
Desde la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), celebraron la decisión y recordaron su impacto global: los pueblos indígenas protegen el 82% de la biodiversidad del planeta y la demarcación de tierras garantiza su conservación. La medida reafirma que
la defensa de los territorios indígenas es una de las estrategias más efectivas para cuidar ecosistemas y enfrentar la crisis climática. Podés leer más en la nota original de BBC. |
Nos hemos acostumbrado a creer que es necesario justificar con datos nuestro deseo de cuidar a la Tierra. Datos fríos, distantes, duros. Parece que querer cuidar a la Tierra porque la amamos no es suficiente. Matiana Matija |
@rochitabares | ambiente@revistaminuscula.com | Si querés sugerirme algún tema, escribime. | |